martes, 18 de marzo de 2014

La pieza del mes: una lámpara para Nueva York



Si bien las piezas de orfebrería fabricadas en los Talleres de Arte que dirigía Félix Granda habían traspasado ya las fronteras españolas en 1912 y se recibían encargos desde Inglaterra, Francia o Paraguay, fue singular por su repercusión en la prensa del momento la pieza que se cree que pudo ser la primera realizada para los Estados Unidos. Se trataba del obsequio de S. M. Alfonso XIII a la iglesia de Our Lady of Esperanza, que, construída con el apoyo del célebre fundador de la Hispanic Society of America, Mr. Archer M. Huntington, estaba destinada a acoger a la comunidad hispana de Nueva York.
El regalo que escogió el Rey fue una lámpara para el Santísimo de bronce dorado, ricamente labrada, copia de la realizada por Urquiza (s. XVIII) para la ermita de san Antonio de la Florida de Madrid, famosa especialmente por los frescos de Goya que la decoran. Alfonso XIII siguió personalmente los trabajos para su realización, y ABC contaba cómo “hace unos días estuvo S. M... a verla en los talleres donde se ha construido, que son los que en el hotel de las Rosas (al lado del Hipódromo) tiene establecidos don Félix Granda.”
No sólo pertenecía la lámpara a uno de los templos más emblemáticos de Madrid, sino que en ella se representaban símbolos de la monarquía que hacían de ella un regalo perfectamente adecuado para hacer presente lo hispano en el nuevo templo neoyorquino. La Revista General de Enseñanza y Bellas Artes ofrecía una detallada descripción de la obra:
“Sorprende en el augusto presente el simbolismo que reviste, pues las cadenas de que pende la lámpara son copia de los eslabones que forman el Toisón de Oro, y remata esta verdadera joya de orfebrería moderna la corona real española, y en ella, en esmalte, el escudo de España.
Tres ángeles, bellamente esculpidos, sostienen la bandeja, circundada por una graciosa orla, que ostenta como motivos decorativos una evocación del blasón patrio, significado por castillos, leones y las columnas de Hércules.
En el centro, sobre una artística peana, hay una esfera, de la que salen unas llamas que sostienen un vaso. La esfera simboliza el mundo. En una faja se lee: “Lux orta est justi et recti corde letitiae [sic]. Quandum sum in mundo, lux sum mundi.” (Traducción: Amaneció la luz al justo y la alegría a los de recto corazón. Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo).”
Aunque la construcción de la iglesia de Our Lady of Esperanza fue posible gracias a la generosidad del hispanófilo Mr. Huntington, la iniciativa fue debida a la señora Laverrerie de Barril, esposa del Cónsul General de España en Nueva York en 1906. El padre Crescent Armanet, A. A., relataba el nacimiento del proyecto en el libro que dedicó al templo en 1921 (y que contiene un capítulo dedicado únicamente a la lámpara) con estas palabras:
“Mr. Archer Huntington era amigo de la señora Laverrerie de Barril, cuyo marido fue durante un tiempo Cónsul General en Nueva York. Un día, en 1906, hablando sobre los problemas de los españoles en Nueva York, la señora de Barril dijo a Mr. Huntington: <<Oh, ¿por qué no eres católico? Con el amor que tienes por el arte español y tu interés en la litera española, tendrías que construir una iglesia para mi gente; no tenemos ninguna en Nueva York.>>
Algunos meses después, la señora de Barril falleció, pero ese mismo año, estando su hija Miss María de Barril de visita en casa de los Huntingtons, su anfitrión dijo: “he estado pensando en su madre, Miss de Barril, y me gustaría que me diera usted una carta para el Arzobispo Farley; quizá su sueño de una iglesia hispana se vea por fin cumplido.” Fiel a su promesa, Mr. Huntington ofreció entonces al Arzobispo Farley un terreno por valor de 75.000 dólares, junto a la sede de la Hispanic Society, y 25.000 dólares como donación inicial para la construcción de una iglesia católica (...).”
 
Our Lady of Esperanza se levanta, en efecto, junto a la sede de la Hispanic Society of America en el terreno neoyorkino conocido como Audubon Terrace. Si bien su fachada ha sufrido a lo largo de los años sustanciales variaciones, continúa siendo un importante centro para la comunidad católica hispanohablante de la ciudad. A ello contribuye especialmente la presencia en el templo de una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, donada por el pueblo cubano en 1916. La lámpara para el Santísimo que realizara don Félix Granda, testigo de la comunidad que a uno y a otro lado del Atlántico hizo posible la construcción del templo, sigue hoy junto al altar mayor, donde fue colocada hace más de cien años.
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Enlaces y bibliografía:
ARMANET, C., Our Lady of Esperanza, New York, 1921
ABC Madrid, 9 de marzo de 1912, “De Palacio”
La Lectura Dominical, nº 959, 18 de mayo de 1912, p. 4
Nuestro tiempo, nº 160 (marzo), Madrid, 1912, p. 93
Revista General de Enseñanza y Bellas Artes, 15 de marzo de 1912

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