En 1891, don Félix Granda y Buylla,
sacerdote, fundó unos Talleres de Arte donde la creación artística fuese
un cauce para que la fe hablara directamente al corazón de los hombres.
Los tres pilares en los que se fundamentó
para lograr su propósito fueron la creación artística y artesanal de calidad,
el rigor y la riqueza del mensaje teológico en sus creaciónes y la búsqueda
constante de la belleza.
Un siglo después, la Fundación Félix
Granda mantiene viva esta misión. Dedicada a la defensa del Patrimonio
Cultural, y en particular del Patrimonio Cultural de la Iglesia, su principal
objetivo es el de emprender acciones efectivas, que constituyan un sustrato
firme sobre el que asentar las raíces del futuro.
Tal y como queda definido en sus Estatutos, sus actividades se enmarcan en el ámbito de la investigación, el estudio y la promoción y difusión del Patrimonio Artístico y Cultural, el fomento de la restauración y conservación de bienes muebles e inmuebles, la formación de artesanos y gestores de Patrimonio y, por último, la catalogación y conservación de documentación y bibliografía relacionada con el arte.